La noche del 16 de agosto, para la que estaba programada la Nit del Art de Sóller, fue una noche fresca y bonita. El día fue, como pronosticaban, lluvioso, por lo que parecía, a todas luces, que no podríamos exponer, pero la lluvia nos dio tregua y todos aquellos que teníamos que exponer por las calles centricas de Sóller, lo pudimos hacer. Este año no vino tanta gente, era un día frío para estar en agosto, y lluvioso. Mis acuarelas no estaban enmarcadas y corría el riesgo de que al regresar a casa las manchas fueran distintas. Aquella noche estuve acompañada de mi maravillosa familia, conté con la ayuda inestimable de mi marido, Pedro A. Alemany, y mis dos hijos, Carol y Jaume. Mucha gente me visitó y recibí comentarios muy positivos, lo que me anima a continuar con mis emprendimientos. Hice un recorrido al lado de mi amiga Paola Carranza Varela, una gran pintora y escultora, que expuso su obra también en la plaza de Sóller, y nos divertimos mucho contemplando las obras expuest
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