La noche está hecha de tristeza y
el día
sabe a tristeza.
No es el suave paladear de la melancolía
ni su palpitar.
Es el olor corrosivo de la tristeza,
el sabor de la tristeza,
la compañía de la tristeza.
¿Quién dijo que yo estaba hecha de otra cosa? Mentía. ¿Era verdad?
Fin,
y lloró la tristeza.
el día
sabe a tristeza.
No es el suave paladear de la melancolía
ni su palpitar.
Es el olor corrosivo de la tristeza,
el sabor de la tristeza,
la compañía de la tristeza.
¿Quién dijo que yo estaba hecha de otra cosa? Mentía. ¿Era verdad?
Fin,
y lloró la tristeza.
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